16 May
16May




De donde venimos y hacia dónde queremos ir, palabras de Silvana Capece en el lanzamiento de Transformemos la AABA



Buenas tardes para todas y todos.Agradecemos su presencia en la presentación del espacio TRANSFORMEMOS LA AABA.

Queremos agradecer muy especialmente a ex presidentes de la casa que hoy nos acompañan: la Dra. Nelly Minyersky, primera presidenta mujer de esta casa, el Dr. Horacio Acebedo y el Dr. Carlos Cruz. Somos un grupo de abogadas y abogados que tenemos una fuerte vinculación con esta casa.

Venimos de distintos lugares, algunos ejercemos la profesión de manera independiente, otras lo hacen bajo relación de dependencia en organismos públicos o privados y nos dedicamos a distintas ramas del derecho.

Pero a todos nosotros nos une algo en común: esta Asociación de Abogadas y Abogados de Buenos Aires. En su creación, hace ya 90 años, tuvo bien determinados sus objetivos: la defensa del estado de derecho, las instituciones de la República, los derechos humanos y la defensa de sus asociadas y asociados en sus intereses profesionales legítimos.Este grupo cree necesario dar un impulso a la institución en el marco de la difícil coyuntura política actual.

Estamos frente al desmantelamiento, la interrupción, el desfinanciamiento o vaciamiento de las políticas públicas destinadas a los sectores históricamente más desprotegidos: niñas, niños y adolescentes, mujeres y diversidades, personas con discapacidad, trabajadoras y trabajadores, jubiladas y jubilados.

Además asistimos a la brutal represión, en la mayoría de los casos, como meros espectadores cuando los vulnerados ejercen su legítimo derecho a la protesta.


Se anuncian o tienen estado parlamentario reformas legislativas: baja de la edad de punibilidad, reforma previsional, reforma laboral, derechos de los inquilinos, vaciamiento del plan ENIA, y otras normas regresivas en términos de derechos humanos.

Pretendemos que esta institución vuelva a ser pionera y marque el camino realizando todas las acciones necesarias para que esas reformas no sean regresivas y se fortalezca la democracia. 

En este escenario, el rol de las asociaciones de la abogacía, se torna fundamental: 1) para proteger a sus miembros contra persecuciones, restricciones o injerencias indebidas que afecten el normal desempeño de su actividad profesional 2) para poner a su disposición todos las herramientas que provoquen una mejor defensa para sus representados y 3) para facilitar la asistencia jurídica gratuita. 

Una institución fuerte redunda en la promoción y garantía del ejercicio profesional en condiciones de dignidad que finalmente se traduce en un impulso a la justicia y el interés público y al fortalecimiento de una verdadera democracia.

Por el contrario, el debilitamiento de una institución como la nuestra, termina siendo funcional al debilitamiento de la democracia.

Tenemos la fortaleza de contar con comisiones especializadas en las más diversas temáticas, integradas por colegas de altísimo nivel profesional, para trabajar en ese sentido y brindar a la Comisión Directiva las herramientas necesarias para diseñar y llevar adelante un plan de acción.

La institución se nutre a la par que sus comisiones se nutren y crecen. Debemos poner a disposición de éstas todos los recursos necesarios para que puedan reunirse a trabajar y sus actividades sean fructíferas y difundidas adecuadamente. 

Es necesario que la institución opere como usina generadora de conocimiento y capacitación.Debemos expandir las actividades y cursos de capacitación con la Universidad de Buenos Aires y con otras Universidades Nacionales generando mecanismos que aseguren una matrícula accesible para todas y todos.

Por todo lo mencionado estamos convencidas y convencidos de la función social del ejercicio de nuestra profesión, por eso queremos reponer el servicio de guardia jurídica gratuita que durante muchos años garantizó el acceso a derechos fundamentales de la ciudadanía en circunstancias urgentes y generar actividades territoriales que nos acerquen a las necesidades de las diversas comunidades brindándoles el conocimiento de sus derechos fundamentales y la asistencia jurídica necesaria.

La Asociación de Abogadas y Abogados de Buenos Aires llegó a contar con 7000 asociadas y asociados activos. Hoy somos muchísimos menos.

Nosotras y nosotros creemos en lo valioso de la historia para forjar un futuro, volver a nuestras raíces pero para generar un lugar atractivo para que las y los jóvenes lo habiten, convirtiéndolo en un ámbito de contención e intercambio que potencie una comunidad jurídica y social intergeneracional.

Queremos ser bien claros: no desconocemos la grave situación financiera que atraviesa la institución, incluso podría resultar para muchos un punto de inflexión para abordar la transformación propuesta. 

Consideramos fundamental poner en conocimiento de asociadas y asociados la situación descripta y aclaramos que este grupo humano no piensa resignarse a perder una institución pionera en la defensa de los derechos humanos y la defensa de la actividad profesional por cuestiones financieras. Para ello tenemos propuestas que estamos dispuestos a poner en consideración de asociadas y asociados.

Creemos en el disenso como acción positiva que reconoce lo negado, lo desatendido, lo ignorado y lo transforma en una realidad alternativa a la establecida.

En tiempos de desazón e incómoda quietud, traemos una reflexión de Baruch Spinoza, quien sostiene que “nunca habrá un poder tan generalizado y omnipresente hasta el punto de extirpar del hombre, y nosotras agregamos mujeres y diversidades, definitivamente su capacidad para resistir y oponerse”.

Es entonces que nos llamo a resistir, a oponernos a lo que está dado, a remover los obstáculos y a transformar esta Asociación en la institución que alguna vez nos convocó con la potencia y la fuerza para encarar el futuro.


A partir de este 27/05, TRANSFORMEMOS LA AABA!



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